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viernes, 10 de enero de 2014

El fotógrafo lorquino, José Rodrigo

El artista, conocido afectuosamente como “Don Pepe”, fue uno de los grandes fotógrafos de la época

José Rodrigo : (1837-1926)
Si hablamos de la fotografía histórica en la ciudad de Lorca en el siglo XIX, es inevitable evocar el nombre de José RodrigoUna vida que podemos conocer gracias al libro realizado por Manuel Muñoz Clares, publicado dentro de la Colección de Fotógrafos Región de Murcia, dirigida por Juan Manuel Díaz.

José Rodrigo nació el 1 de diciembre de 1837, siendo bautizado en la Iglesia de San Mateo con los nombres de José Natalicio Lorenzo Manuel. Rodrigo fue hijo del primer ayudante de Infantería, Lorenzo Rodrigo Caballero. Mientras que la madre, de nombre Manuela Navarro-Casete Ortuño, era natural de Lorca.

Su vida como fotógrafo


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Aunque no se sabe con exactitud cuando se fue y volvió a la ciudad, sí se conoce con seguridad que Rodrigo estaba instalado por su cuenta en 1864 en la calle Rubira, en la casa familiar, trabajando posiblemente solo en retratos. En los años finales de la década de los 60 y principios de los 70 comenzó a hacer paisaje urbano y de huerta, vistas panorámicas de la ciudad y una interesante galería de personajes populares.




Se conoce una serie de aproximadamente una veintena de fotografías de Rodrigo que constituyen hoy un testimonio excepcional y que sitúan al fotógrafo en un lugar y contexto determinados, fuera de la monotonía profesional que podríamos suponer que tenía.

Un ejemplo de su trabajo es El Diario del Cantón (de Cartagena), del 24 de octubre de 1873 que recoge en una noticia a José Rodrigo Navarro como documentalista de la misma. Rodrigo desembarcó en Cartagena, procedente de la capital del Turia, coincidiendo con el momento en que las tropas cantonales estaban recibiendo el duro ataque del ejercito de la nación. Es entonces cuando Rodrigo, consciente del valor testimonial de su trabajo, actuó como un reportero gráfico. No sabemos el uso comercial que hizo de estas imágenes, si se vendían en su taller o eran encargo de algún periódico de tirada nacional, pero en conjunto componen el más fiel retrato de lo que en esos momentos estaba sucediendo en Cartagena.


También permaneció durante un tiempo en Almería, en Cuevas, donde es seguro que en 1874 aceptó el encargo de hacer unas vistas panorámicas sobre minas, encargo que al parecer le fue hecho por el entonces director del periódico El Minero de Almagrega. Durante el tiempo que estuvo en la provincia almeriense, instaló su taller fotográfico en Garrucha.

Geográficamente hablando, su obra es muy amplia ya que encontramos instantáneas de Cuevas, Vera o Sierra Almagrera, con prácticamente todas las minas e instalaciones importantes, Pinar de Bédar, Herrerías, Garrucha, Palomares, Jaravía, Águilas y Mazarrón.

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