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viernes, 11 de mayo de 2018

De cómo los libros llegaron a la biblioteca

Sobre lo que hacen los bibliotecarios

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Imagen: Infobibliotecarios
Es habitual que la gente crea que la tarea en la que más tiempo emplean los bibliotecarios sea leer, pero realmente empleamos el tiempo en muchas otras tareas para poder ofrecer un buen servicio bibliotecario.

La primera tarea importante de una biblioteca es formar una colección y presentarla adecuadamente a los lectores. La colección es un reflejo de la propia biblioteca y siempre tratamos de armonizar su idoneidad y los intereses de nuestros lectores. Para ello es fundamental una buena selección de los fondos. La selección es una tarea profesional que puede ser tan extensa o complicada como queramos, consiste en elegir aquellos materiales que más nos interesan para nuestra biblioteca siempre atendiendo a criterios de calidad y de adecuación al fondo, es decir, suelen ser materiales generales, no demasiado especializados, para que satisfagan a un público general. En su mayoría, las adquisiciones se hacen por iniciativa de los bibliotecarios atendiendo a las demandas informativas pero también forman parte de ella los propios lectores a través de sugerencias de compra o desideratas. Tratamos siempre de obtener los mejores precios posibles para rentabilizar al máximo nuestro presupuesto. Otra forma de incorporar fondos a la biblioteca es a través de las donaciones ya sean privadas o públicas, siempre teniendo en cuenta que sean interesantes para nuestra colección. Una vez adquiridos los fondos realizamos el proceso técnico que consiste en dar de alta los ejemplares en nuestra base de datos, que es común a toda la Región. Para ello se describen los documentos a través de una normativa específica y se utiliza un software especializado. Utilizamos un lenguaje y un sistema de clasificación internacional legible en muchos países, a todo ello lo denominamos catalogación. Catalogados los fondos, les asignamos una etiqueta (tejuelo) para poder localizarlos físicamente en la biblioteca. Así podemos encontrar rápidamente cualquier documento. Una tarea no menos importante de la biblioteca es difundir nuestra colección de forma adecuada a través de guías de lectura, exposiciones de fondos con motivo de fechas o temáticas interesantes, programas de radio o reseñas literarias entre otras actividades. La colección de la biblioteca es algo vivo por lo que sufre también los estragos del tiempo, tanto cuando nuestros fondos quedan obsoletos como cuando se deterioran por el uso, por ello es muy importante mantenerla al día y eso se consigue a través del expurgo. Consiste en retirar de las estanterías los documentos que ya no interesan a nuestros lectores, a veces enviándolos al depósito y otras veces dándoles de baja definitivamente dándoles otros destinos. Todo lo que expurgamos se estudia para decidir si es necesario reponerlo o actualizarlo con nuevas adquisiciones. También nos gusta leer por supuesto, así que lo hacemos cada vez que podemos, es cierto. 

De cómo los libros llegaron a la biblioteca 

Al principio pensamos que llegarían solos en tropel cuando supieran que había un espacio esperando por ellos. Volaban por el cielo muy alto con sus innumerables hojas. Tratamos de atraparlos con cazamariposas, con pompas de jabón, con tirachinas pero nada, fue inútil, ellos volaban aún más alto. Entonces entendimos que debíamos llamarlos por sus propios nombres. Los llamábamos suavemente, a veces alguien nos susurraba al oído sus nombres y así fueron llegando, pero aquello fue un caos nadie entendía a nadie y no sabían dónde colocarse para no estorbarse unos a otros. Así que tocamos el silbato y se fueron poniendo en fila y los fuimos llamando por sus nombres uno a uno dándoles a cada uno su tarjeta de identificación, por fin al final de la tarde todos estaban recostados en su lugar, esperando que con el nuevo día llegaran los lectores también, en tropel.

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