La tertulia de este libro será el 13 de diciembre a las 19,30 h. en Biblioteca "Pilar Barnés".
¿Qué hace que dos personas se hagan amigas? ¿Los gustos comunes, tal vez? ¿La empatía? ¿O quizá la admiración mutua? ¿Pero cómo se mantiene una amistad cuyos cimientos son débiles, o incluso, imaginarios?, me pregunto tras la lectura de Kokoro, la obra culmen de la carrera de Natsume Sōseki. El libro del que hoy, como ya habréis imaginado, os vengo a hablar.
Principios del siglo XX. Un joven universitario camina por una playa de veraneo. De pronto, ve a un hombre de mediana edad hablando con un extranjero. El hombre de mediana edad despierta la curiosidad del joven. Se acerca a él y se hacen amigos, a pesar de las reticencias del hombre de mediana edad. Y es que, como pronto descubre el joven, el hombre, además de resultarle interesante, supone para él todo un reto. ¿Qué secretos esconde? ¿Por qué no se abre más con él? Y, sobre todo, ¿hasta dónde llegarán con su extraña relación?
Natsomi Sōseki es un autor imprescindible de la literatura japonesa de todos los tiempos. Sus obras, traducidas a un sinfín de lenguas, cobran un nuevo significado a la luz de nuestros días. Kokoro está considerada su novela más importante. Con motivo del centenario de su publicación en 2014, la obra fue reeditada en nuestro país por varias editoriales. Yo he tenido la suerte de revisar la versión tan cuidada que nos ofrece Impedimenta.
Kokoro (corazón en español) es la historia de amistad de dos hombres tremendamente dispares. Por un lado, tenemos al joven sin nombre que busca desesperadamente alguien en quién apoyarse. El joven, a punto de terminar la universidad, se debate entre quedarse en Tokio, ciudad que le atrae muchísimo, o volver con sus padres a su casa en el campo, el sitio donde las obligaciones le esperan. Un día, paseando por la playa, conoce a un hombre que le parece culto y admirable. A partir de entonces, el joven llamará a este hombre Sensei y lo frecuentará todo lo posible con el fin de acercarse cada vez más a él, a pesar de las reticencias de este.
La otra cara de la moneda nos la ofrece el llamado Sensei (maestro), un hombre que apenas sale de casa, que no quiere relacionarse con el exterior y al que no se le conoce oficio conocido. Aunque no quiera admitirlo, la presencia del joven produce un efecto positivo en el alma de este ser misterioso y, en cierta manera, oscuro.
El libro se compone de tres partes claramente diferenciadas, las dos primeras narradas por el joven y la tercera, por el maestro. En la primera parte, conocemos la relación de amistad entre el maestro y el estudiante. Es una parte lenta, en muchos tramos. Hay momentos, incluso, en los que no parece que vaya a pasar nunca nada entre el obstinado universitario y el cerrado maestro. En esta parte, en definitiva, nos damos cuenta de lo difícil que le resulta al universitario llegar al corazón del hombre que admira.
En la segunda parte, el joven se encontrará ante el dilema de seguir en la ciudad o de volver al pueblo. El padre del muchacho cae gravemente enfermo y todo el mundo espera que el joven se haga cargo de la herencia familiar. El joven, sin embargo, tiene otros planes para su futuro. Planes que tal vez no pueda jamás llevar a cabo.
En la última parte, la más esclarecedora y profunda, conoceremos, gracias a una extensa carta dirigida al joven, todo lo que el sensei no se atrevió a contarle a su amigo. La misiva habla de un pasado lleno de sucesos cruciales que marcaron el carácter del maestro, así como su futuro. De dudas, de arrepentimiento, de culpa. Esta es sin duda la parte más conmovedora, la que más da que pensar. La que me hizo entender por qué esta novela es considerada una verdadera obra maestra.
Kokoro es una novela sobre cómo se construye la amistad; pero, sobre todo, es una historia que bucea en temas como los celos, el sentido del deber, la culpa y el peso que los errores tienen sobre nuestro yo presente. Es una obra que comienza de una forma ligera para convertirse poco a poco en una novela profunda, cargada de significado. Una historia inolvidable que recomiendo encarecidamente no solo a los amantes de la literatura japonesa, sino también a todos los que queráis averiguar qué hay más allá de la fachada sombría de una persona culta como el enigmático sensei. Qué se esconde tras la máscara de tu mejor amigo.
Por Cristina Monteoliva