La tertulia de este libro será el 18 de febrero a las 20 h. en la Biblioteca Pilar Barnés
Amalia, una madre divorciada hace poco, con 65 años, planea la cena de nochevieja junto a sus tres hijos, Fernando, Silvia y Emma. Los preparativos y el desarrollo dará suficiente juego para conocerles a todos en profundidad y saber cómo esta madre ha evolucionado para quedarse con lo esencial, que es querer a sus hijos y disfrutar de la vida con la nueva gama de colores de libertad que esta le ofrece.
Esta obra de Alejandro Palomas es un homenaje a todas las madres. Seguro que todos los que nos hemos criado junto a nuestra progenitora nos sentimos identificados en parte con Amalia, esta madre que sabe lo quiere y que disfrazándolo de aparente torpeza, como despistada, atolondrada y surrealista consigue hacer lo que quiere.
“También es una cadena de favores, cuando uno se hace el favor de apostar por la vida, se convierte en un efecto dominó; y esta madre por una decisión que no ha tomado, cuando se queda sola y decide vivir, la vida se le pone de cara y empieza a dar generosidad a todos. La vida es muy mala, pero de repente se abre una puerta que tu no habías visto con un color que no puedes hacer nada mas que vivirlo.”
Palomas ha creado su obra mas emotiva. “El reto es ir siempre mas allá. Crezco en edad, mente y corazón y tengo que contar cosas nuevas. Lo que me interesa de la vida son las relaciones humanas. Tengo menos que perder y me gusta arriesgar, buscar nuevos colores, un nuevo pantone”
“Amalia es el paradigma de mucha gente que tiene al lado personas que no les dejan evolucionar, y a partir de su inseguridad y la proyección de la misma son mas fáciles para ellos siendo pequeños que siendo grandes. Muchas personas después del divorcio dicen ¡que alivio! ¡porque no lo habré hecho antes! Amalia es así, una mujer con 65 años que viviendo a la sombra descubre de repente lo que es la vida y dice ¡Guau! Yo de esto quiero mas. “
“Los hijos son lo mas importante para Amalia, pero ella no ha podido ser la madre que hubiera deseado ser, limitada por las expectativas de su marido. Ahora ella elige el tipo de madre en que se va a convertir. ‘Voy a actuar como yo quiero actuar y encima me lo voy a pasar bien’, se dice. Ella combina la preocupación por los hijos con pasarlo bien.”
Es una novela de crecimiento de personajes y de crecimiento de autor. “Soy muy perfeccionista. Con esta es como si tuviera un hijo estupendo, y eso lo trasmito en mis personajes”
“La obra nace de un post que puse tras una conversación qe tuve con mi madre y la respuesta fue tan intensa que decidí seguir probando. En esa merienda real con mi madre pude verme en ese momento con ella y decidí conservarlo para cuando ella no esté. Me pregunté cómo lo haría para conseverla. Por eso la escribí, así tendría un documento de ella. Como una canción antigua que pones vez tras vez y de nuevo pasados diez años la vuelves a oír y revives los sentimientos del pasado.”
Una madre es una novela en la que se pasa de la risa al llanto, en una montaña rusa de emociones tal como son los sentimientos del autor.
Alejandro nos explica “Nunca hago andamiaje para crear mis novelas. A medida que voy contando voy palpando a oscuras a ver que voy a encontrar. Así me voy emocionando. Se que si me pasa a mí les pasará a los lectores también. Me sorprende haber sido capaz de haber escrito esta novela. .¿A que wifi estaba conectado para haberla creado?”
Una obra que generará cosas muy bonitas, tal como se ve en la portada. Este es el efecto de una madre. No está tapada por las flores, sino que las madres emanan, generan flores. Las madres son así. No importa la cara que tenga, esta madre, Amalia, son todas.