Gracias a la escritora novel aguileña Alba Molina Rabal por la donación de su libro
Karma a la Red de Bibliotecas de Lorca para uso y disfrute de la comunidad
lorquina y para todo aquel que esté interesado en leer esta
entretenida novela de fantástica
Karma trascurre entre dos mundos, el humano y el divino, lo que da a la obra margen para ir desde hechos de lo más cotidianos, que podrían ocurrirle a cualquier adolescente...
Así comienza...
Hace miles de millones de años, apareció un bebé, el cual estaba completamente solo en el espacio. Los años pasaron y el bebé creció. Era una niña, la cual descubrió que tenía poderes, los de crear, destruir y controlar el tiempo.
La niña creció y se convirtió en una mujer, pero seguía sola y estaba aburrida, así que un día decidió crear dos niños, un chico y una chica. A la chica le concedió el poder de dar vida a las cosas, y la llamó Kirla. En cambio, al chico le otorgó el poder de quitarle la vida a las cosas, y le llamó Drizz.
Pasaron los días y los niños no paraban de pelear un día sí y otro también, así que su madre decidió crear a otra niña, una mayor que ellos para que los vigilara. La llamó Shona, y le dio el poder de controlar el tiempo.
Pasaron los años y todos los días era la misma rutina, así que decidió crear más niños. En cambio, no había poderes suficientes para todos, así que decidió que a algunos no les daría poderes. A los que sí, los llamaría Dioses y vivirían mil años, ni uno más ni uno menos, todos menos sus hijos, que serían eternos; y cada vez que a un Dios le faltase poco para morir decidiría a quién le daría su poder. A los otros los llama- ría Humanos, los cuales vivirían entre 70 y 100 años. Las dos especies estarían divididas en dos planetas: para los Humanos...
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