En esta nueva novela, José Saramago parte de los orígenes más remotos del hombre que el mundo cristiano recuerda: la creación de Adán y Eva y la expulsión del Paraíso. El primer crimen humano, el asesinato de Abel por Caín, da pie a que Dios descargue su ira por segunda vez sobre los hombres y condene a Caín a vagar eternamente por la tierra de Nod, es decir, la tierra de la nada. Y ello después de que ambos realicen un trato vergonzante en el que, a cambio de su silencio y en una especie de soborno, Dios le otorga a Caín la inmortalidad.
Con Caín, Saramago se adentra en la historia cotidiana de la Biblia. Cotidiana porque, a partir del destierro que el asesinato de Caín provoca, el autor juega a poner voz y palabra concreta a cada discurso, diálogo e incluso pensamiento de los grandes protagonistas de la Biblia. Con ello nos hace más comprensibles hechos y personajes desde siempre parapetados tras la solemnidad y el misterio de los textos sagrados. Caín sigue de cerca, por tanto, los hechos de la Biblia y sobre ellos fabula, pero partiendo de un conocimiento cierto de los textos sagrados.
0 comentarios:
Publicar un comentario
Dejanos tu comentario.