Wilma y Simon son dos jóvenes enamorados que han decidido sumergirse en el helado lago de Vittangijärvi, en el norte de Suecia, en busca de los restos de un avión alemán perdido en 1943. Mientras bucean, alguien corta la cuerda de seguridad de Wilma y tapa el orificio de salida en el hielo. No podrán escapar. Cuando la primavera se acerca al norte de Suecia, el cuerpo de Wilma emerge de las aguas del río Torneälven. Al mismo tiempo, una figura fantasmal aparece en los sueños de Rebecka Martinsson, la reputada abogada de Kiruna. ¿Es el fantasma del cuerpo que ha aparecido en el río? Junto a la inspectora de policía Anna-Maria Mella, Rebecka se sume en un enigma que despierta antiguos rumores de colaboradores nazis en Kiruna, un lugar donde la vergüenza y el secreto controlan los recuerdos de la guerra. Y un asesino está dispuesto a seguir matando para mantener el pasado enterrado para siempre bajo el hielo y la nieve.
«Nacer y crecer en Nápoles agota el destino: vaya uno donde vaya, ya lo ha recibido como dote, mitad lastre, mitad salvoconducto.» Un hombre recuerda el verano de sus diez años en un pueblo costero cerca de Nápoles, los años en que se anhela un futuro desde el que sólo se puede mirar atrás. Entre la pesca y los libros, los paseos en solitario y los encuentros con los muchachos del barrio, transcurren sus días, hasta que conoce a una niña sin nombre que le descubre el peso de palabras como amor o justicia. A los diez años, la edad se escribe por primera vez con dos cifras. La inquietud y el deseo de crecer son más fuertes que la apariencia física; torpe cascarón el cuerpo infantil. Y permanece intacta la necesidad de protección que cura el calor de las historias familiares, la presencia de una madre y el contacto de la mano amiga.
Una carta perdida durante muchos años llega por correo y Edie Burchill se encuentra viajando a Milderhurst Castle, una mansión inglesa en la que viven las hermanas solteras Blythe y en la que se alojó su madre durante la Segunda Guerra Mundial, cuando era una niña de trece años. Las hermanas Blythe mayores son gemelas y se han pasado gran parte de su vida cuidando de su hermana pequeña, Juniper, que no volvió a ser la misma desde que su prometido la abandonó en 1941. En el interior del ruinoso castillo, Edie comienza a desenmarañar el pasado de su madre. Pero las piedras de Milderhurst esconden otros secretos, y Edie está a punto de descubrir más de lo que esperaba. La verdad de lo que ocurrió en las horas distantes del pasado lleva mucho tiempo a la espera de que alguien la descubra. Morton una vez más cautiva a los lectores con una historia muy atmosférica que cuenta con unos personajes inolvidables acuciados por el amor y las circunstancias y obsesionados por los recuerdo.
Consulta AQUÍ su disponibilidad



Contiene: CD 1. Cantares ; Mi niñez ; La mujer que yo quiero ; Decir amigo ; He andado muchos caminos ; La saeta ; La paloma ; El titiritero ; Balada de otoño ; Señora ; Elegía ; Para la libertad -- CD 2. Mediterráneo ; Romance de Curro el Palmo ; Tu nombre me sabe a yerba ; Aquellas pequeñas cosas ; Poco antes de que den las diez ; De cartón piedra ; Las nanas de la cebolla ; Canción infantil...para despertar a una paloma morena de tres primaveras ; Poema de amor ; Penélope ; Lucía ; Fiesta BMG Ariola 


LETRA: "Mi niñez"
Tenía diez años y un gato 
peludo, funámbulo y necio, 
que me esperaba en los alambres del patio 
a la vuelta del colegio. 

Tenía un balcón con albahaca 
y un ejército de botones 
y un tren con vagones de lata 
roto entre dos estaciones. 

Tenía un cielo azul y un jardín de adoquines 
y una historia a quemar temblándome en la piel. 
Era un bello jinete 
sobre mi patinete, 
burlando cada esquina 
como una golondrina, 
sin nada que olvidar 
porque ayer aprendí a volar, 
perdiendo el tiempo de cara al mar. 

Tenía una casa sombría, 
que madre vistió de ternura, 
y una almohada que hablaba y sabía 
de mi ambición de ser cura. 

Tenía un canario amarillo 
que sólo trinaba su pena 
oyendo algún viejo organillo 
o mi radio de galena. 

Y en julio, en Aragón, tenía un pueblecillo, 
una acequia, un establo y unas ruinas al sol. 
Al viento los ombligos, 
volaban cuatro amigos, 
picados de viruela 
y huérfanos de escuela, 
robando uva y maíz, 
chupando caña y regaliz. 
Creo que entonces yo era feliz. 

Tenía cuatro sacramentos 
y un ángel de la guarda amigo 
y un "Paris-Hollywood" prestado y mugriento 
escondido entre mis libros. 

Tenía una novia morena, 
que abrió a la luna mis sentidos 
jugando los juegos prohibidos 
a la sombra de una higuera. 

Crucé por la niñez imitando a mi hermano. 
Descerrajando el viento y apedreando al sol. 
Mi madre crió canas 
pespunteando pijamas, 
mi padre se hizo viejo 
sin mirarse al espejo, 
y mi hermano se fue 
de casa, por primera vez. 

Y ¿dónde, dónde fue mi niñez? 

Intérpretes: coro, London Voices ; Geofrey Shaw & Barnet Schools Choir ; Maxwell Pryce, dirección musical ; dirección coral, David Bedford Banda sonora original de la película del mismo título 



Compuesta por el gran artista Ennio Morricone, es posible que “La misión” tenga una de las mejores BSO de la historia.
Siglo XVIII. Los grandes imperios colonialistas, España y Portugal, se disputan el dominio de Ámerica del Sur. El padre Gabriel (Jeremy Irons) dirige una misión en lo alto de las montañas de Brasil, donde los nativos son evangelizados y llevan una vida pacífica. Hasta allí llega Mendoza (Robert De Niro), un mercader arrepentido, en busca de redención que, fascinado por la labor del padre Gabriel, se ordena sacerdote. La presión llevada a cabo por Portugal obliga a la Iglesia a ceder las tierras en las que se halla la misión. El padre Gabriel y Mendoza, aunque por caminos muy diferentes, harán lo imposible por defender la obra y evitar que los nativos sean esclavizados.
La película estuvo nominada a 7 óscar pero no pudo con “Platoon” que le arrebató los premios principales de Mejor Película, Mejor Director y con “Alrededor de la medianoche”, que se llevó el de Mejor Banda Sonona.

Pamela es una niña que se siente ya demasiado mayor para leer cuentos de hadas. El día de su cumpleaños recibe un regalo de su abuelo. El regalo es una caja en la que hay tres frasquitos. Pamela bebe el contenido de uno de ellos y se ve transportada al increíble planeta de Jipi-Japa donde todos los seres llevan sombrero. Seres ilustres, fantásticos y humanos que todos los años celebran un concurso de sombreros para que aquel que gane cumpla alguno de sus deseos... Magia, hechizos, sentimientos de amistad y lealtad son algunos de los ingredientes que pueblan este relato donde lo real y lo fantástico se mezclan. Un relato en el que todos los personajes tienen nombre de sombrero. Al final del mismo hay un diccionario en el que, de forma sucinta y amena, se definen todos los sombreros de diferentes épocas que han aparecido. 
Los Auroros de Lorca vienen recopilado los cantos heredados de los lorquinos que recorrían la huerta de Lorca en fechas señaladas del calendario de la Aurora. Esto ha sido posible a la labor altruista de unos nostálgicos lorquinos que habían aparcado su afición de animero e instrumental, hasta que unos jóvenes como Nicolás e Iván y Pedro, decidieron investigar sobre la existencia en antaño de una agrupación de Auroros en la Ciudad del Sol. 

Tras encontrar a un supervivientes componentes de la última Aurora se pusieron manos a la obra hace un lustro y después de ese merecido peregrinar por los distintos encuentros. Ha nacido este regalo que nos hacen a todos los murcianos, y que esta teniendo una gran aceptación entre las ciudadanas y ciudadanos, que desde hace un mes que esta a la venta y que por motivos obvios no he podido presentarlo en este blog como voy hacer con otros presentados en el último mes del año pasado. 

RECOPILACIÓN DE CANCIONES:
Contiene: Serenata a San José ; Auroras de Pasión ; Corpus Christi ; San Antonio y San Juan ; San Francisco y San Pedro ; Virgen del Carmen ; Auroras a Nuestra Patrona ; Rosario de la Aurora ; Salve de difuntos ; Serenata a San Clemente ; Pascuas de San José ; Animeras ; Pascuas del Barrio ; Pascuas Lorquinas Intérpretes: Paco Carrillo, guión de aurora y campanillas; Ángel "El ciego", guón de Pascuas y Platillos; Juan Campoy, Guitarro tenero y coros; Pedro José Campoy, guión de Pascuas y guitarro; Iván López, guión de Pascual, laúd y platillos; Nicolás Galiano, acordeón, violín, bandurria, zaramangël y coros; Salvador Morales, Manuel Torres, Pedro Cabrera, guitarra y coros; Pedro Morales, bandurria; Juan Laureano, pandero y coros; Barotlomé Sánchez, caña y coros; Manuel Camacho, Rafael González, Antonio Tomás Morales, coros El folleto contiene información de la agrupación .

                                                                    Fuente: Cultura y tradición a través de las imágenes


Lo Mejor\Peor de Les Luthiers 

Contiene: Si no fuera santiagueño ; Epopeya de Edipo de Tebas ; Bolero de Mastropiero ; Teorema de Thales ; Oi gadoñaga ; Candonga de los colectiveros ; Miss Lilly Higgins sings Shimmy in Mississippi's spring ; La bossa nostra ; Vals del segundo

1-Himno de la ciudad de Lorca 
2-El tres (himno del Paso Blanco) 
3-Las caretas(himno del Paso Azul) 
4-Viva el Barrio(Himno del Paso Encarnado) 
5-Himno del Paso Morado 
6-Himno de la Hermandad de la Curia(Himno del Paso Negro) 
7-A Cristo Resucitado(Himno de la Archicofradia del Resucitado) 
8-Entrada a Jerusalem(Himno del Pueblo Hebreo) 
9-Himno de la Virgen de los Dolores  
No era exactamente París, qué iba a ser París, pero era lo más cerca que estaríamos nunca de París. Y ahora que regreso a ese simulacro de París donde, a nuestra manera, fuimos felices, me acuerdo de Listen to My Heart. De todos los discos de Nancy LaMott, el preferido de mi madre. Le encanta. Mejor dicho, le encantaba. Su canción favorita era —y quizá siga siendo— Not exactly Paris, compuesta por Michael Leonard y Russell George.
La banda sonora de nuestra infancia.

En cuanto brotaban del tocadiscos las primeras notas, mamá, que en el colegio estudió francés, nos pedía que le tradujésemos la canción. Gracias a mamá, mis hermanos y yo descubrimos lo difícil que es traducir. Lo fácil. Y las veces que le cambiábamos la letra —y siempre le cambiábamos la letra—, nos lo reprochaba como los niños pequeños cuando sus padres no aciertan a repetirles el cuento que se inventaron la noche anterior y ya han olvidado: «No, no era así».

No era exactamente París, no era exactamente primavera, pero había beaujolais y había flores, y cama para dos, y ducha para dos, y besos llenos de pasión...

                                                                                                                  LEE el primer capítulo 

RESUMEN DEL LIBRO


La ciudad de la luz no es París, sino Málaga. En ella, en un hostal de nombre Parisién, crece Antonio. Su mundo lo pueblan dos familias tan distintas como fascinantes: los genoveses Fontana, abuelos paternos, y la extravagante línea materna, con una abuela a la que, de tanto en tanto, asaltan visiones y presentimientos. Beau Geste, Las cuatro plumas, el Pequeño manual del perfecto aventurero, la fábrica de aceites y jabones Minerva, el barrio del Perchel. Infancia, primeras lecturas (Julio Verne, Jack London, Bruno Traven), ritos de paso y el deseo latente: la iniciación a la vida. Inteligencia y emoción son los mimbres con los que Antonio Fontana levanta esta novela sobre la memoria. Tan hermosa como todo lo que está construido con la verdad.


Segunda parte de la célebre trilogía de Corfú
-iniciada con «Mi familia y otros animales y concluida con
«El jardín de los dioses»-, Bichos y demás parientes prosigue la crónica de la estancia de Gerald Durrell y su familia en la isla mediterránea, así como la narración autobiográfica, sembrada de divertidas anécdotas, de una infancia envidiable, con el campo y el mar como única escuela, y sin más clave de explicación de la alarmante racionalidad de los seres humanos que la que proporciona la contemplación atenta y curiosa de esos «parientes» supuestamente irracionales que son los miembros de la familia animal.
Corría el año 1867 y Sarah Breedlove, la hija de unos braceros que antes habian sido esclavos, acababa de nacer en una plantación de Louisiana. En aquel entonces, nadie en su sano juicio hubiera imaginado para la niña algo distinto a una vida miserable, pero Sarah intuyó desde muy pequeña que su camino iba más allá de los inmensos campos de algodón que rodeaban su choza.

Muertos los padres, la jovencita se trasladó con su hermana a la ciudad, y allí a prendió a leer y a escribir. Poco a poco, fue organizando un pequeño negocio relacionado con la cosmética y el cuidado del cabello, que al cabo de los años se convirtió en un auténtico imperio, capaz de dar trabajo y dignidad a más de veinte mil mujeres de color.

Además de capitanear su empresa, Sarah luchó activamente en favor de a igualdad de derechos para la población negra de su país y fundó una escuela. El año de su muerte, en 1919, los hombres y mujeres reunidos en su elegante mansión sabían que con ella se iba una parte importante, aunque quizá poco conocida, de la historia de los estados Unidos. Alex Haley, el autor de Raíces, quiso narrar la vida de Sarah, pero murió antes de poder acabar su investigación. Tananarive Due recogió el testigo, y el resultado de su trabajo nos ofrece el magnífico testimonio de una mujer que nunca se resignó a ser una víctima de su color y su condición.