Blade Runner está de aniversario

Las películas de culto son poco convencionales, extrañas, estrafalarias, surrealistas, excéntricas, 
frívolas, raras, experimentales, con personajes extravagantes, 
y normalmente no arrasan en taquilla, pero perduran en la memoria de muchos, 
que simplemente las adoran, mientras que otros no las soportan. 


Y es que... hay películas que deberían verse varias 
veces, y cada vez sería distinta de la anterior. 


Abundan los detalles, las historias incompletas, los finales que parecen pero que no son.. y que solo la libre interpretación del que lee, mira o escucha es capaz de hallar el final perfecto.


Memento, Pulp Fiction, 12 monos, el Secreto de sus Ojos, la Vida es Bella, el Padrino, Matrix,  2001: Una Odisea en el Espacio, Reservoir Dogs, Lost in Translation, Bailar en la Oscuridad, DogVille, la Lista de Schindler....


Porque con los libros, y la música, y el arte.... pasa lo mismo


  "Un mundo feliz" de Aldous Huxley e Invisible de Paul Auster son de esas historias escritas que te atrapan por la complejidad y sofisticación de sus personajes, por lo enrevesado de la trama, donde las apariencias toman una forma y la realidad otra para jugar con el espectador haciéndole creer que es lo que no es y viceversa. Invisible como la tela de araña de Auster que te envuelve y te hace navegar sin rumbo.                  
                     Esas historias que siempre son diferentes... 


.....al menos para mí.


¿Y qué decir de uno de los grandes clásicos de la ciencia-ficción? Magistral en su desarrollo,  


brillante en su formato, inquietante en su trasfondo.

Analicemos la película de culto "Blade Runner" de Ridley Scott 

que hoy cumple 30 años.


Ese cine negro prodigioso de los años cuarenta y cincuenta, (no lo olvidemos, genuinamente norteamericano), que ensalzó el espíritu de los perdedores, aprovechando para lanzar sutiles, pero ácidas, críticas a la sociedad contemporánea. Scott escogió ese trasfondo para describir una sociedad deshumanizada por completo, una sociedad en la que imperan las apariencias. Incluso el personaje de Ford tiene claras referencias a detectives desencantados y cínicos que poblaron las pantallas gloriosas del mejor Hollywood.

 Es una película con un halo oscuro. La música de        Vangelis, el compositor griego que saltó a la fama a partir de su afamada banda sonora para Carros de Fuegopor momentos suaviza y amortigua la sensación de completa alienación, sobre todo con esa delicia que supone el “Love Theme”, con su saxo apaciguador. Sin embargo, a menudo se apareja con ese desasosiego que rezuma la película y se convierte en una absoluta obra maestra. Música que expresa múltiples sentimientos, música que descorazona, que exalta, que inquieta, que    suaviza, que llena de zozobra


 Espeluznante. La maldad, el horror, del ángel blanco Rutger Hauer, siempre me recordó a los fríos asesinos de la Gestapo. Y la aparente inocencia de Daryl Hanna, escondiendo el corazón de las tinieblas.

Una película visionaria: Los Angeles 2010, oscuridad, tecnología avanzada, ¿dónde quedan las virtudes humanistas? ¿En qué lugar queda la naturaleza? ¿en qué lugar jugarán los niños? ¿Alguien ha visto la luz del sol?

No entendí “Blade Runner” cuando la vi la primera vez y me quedé estupefacta: no podía creer que mi héroe, Harrison Ford, pudiera haber protagonizado una película tan espantosamente extraña y desasosegante como aquélla. Pero precisamente por ello, me empeciné en volver a verla. Aunque esperé.
 Nada es más inquietante que una obra de arte; una obra de arte provoca cuestionarte tu propia realidad. Y “Blade Runner” es una obra de arte

Y yo me uno a Ragtime cuando dice que no la entendió la primera vez que la vió…pero sin embargo la vimos, seguro, entera. Porque quedas totalmente atrapado por ella, quizá no por su historia, que tienes que ir analizando más lentamente en posteriores ocasiones, junto con esos diálogos, casi monosilábicos, simbólicos que te esfuerzas en analizar. Algo que ha hecho muy bien Ragtime en su texto.

La primera vez que la ves, que nunca es la única, te atrapa un mundo extraordinariamente ambientado, un mundo de tinieblas formado casi únicamente por luces y sombras, por humos que se mueven despacio entre rayos de luz oblícuos, cónicos, convexos o deformes.

Te atrapan sus personajes misteriosos mostrados siempre entre tinieblas, iluminados por haces de luz que atraviesan las persianas creando rostros rayados, rostros retadores, sugerentes, con miedo.
Creo que toda esa atmósfera, que para mí es el alma de la película, no hubiese sido posible sin Ridley Scott ese buscador incansable del efecto lumínico, perfeccionista en el tratamiento de la iluminación, no hay una escena en que la trayectoria de la luz no esté calculada, el efecto minuciosamente expresado. 

Como personaje impactante me quedo con Priss, por esa mezcla de ternura y violencia. Enamorada en silencio de Deckard se transforma en una bestia en defensa propia. 

Fuente: requesound

Para saber más: http://www.cinehistoria.com/blade_runner.pdf



 "¿Y qué fue de Baby Jane?", que conforme la vas viendo los personajes se hacen más humanos y hasta  terminas comprendiéndolos.


Fernando Morales en el  Diario El País la describe como:

"Una sórdida historia de soledades, decadencias y tormentos dirigida con maestría. 

Todo un clásico" 

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