
Hoy la biblioteca se llenó de historias, emociones y miradas atentas. Irene Ros nos presentó El reflejo de mis palabras, un libro que nace desde dentro y que conecta con cualquiera que alguna vez se haya buscado en sus propias sombras y luces.Los asistentes disfrutaron de una tarde de esas que hacen que las bibliotecas vuelvan a sentirse como hogares: cercanas, vivas y llenas de energía. Hubo curiosidad, hubo escucha y hubo ese silencio especial que solo aparece cuando alguien habla con verdad.
Gracias a Irene por compartir su voz y a todas las personas que vinisteis a acompañarla.
La literatura tiene un brillo distinto cuando se vive así, en comunidad. 





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