El síndrome de Asperger es un trastorno severo del desarrollo que conlleva
una alteración neurobiológicamente determinada en el procesamiento de la información. Las personas afectadas tienen un aspecto e inteligencia normal o incluso superior a la media. Presentan un estilo cognitivo particular y frecuentemente, habilidades especiales en áreas restringidas.
Se manifiesta de diferente forma en cada individuo pero todos tienen en común las dificultades para la interacción social, especialmente con personas de su misma edad, alteraciones de los patrones de comunicación no-verbal, intereses restringidos, inflexibilidad cognitiva y comportamental, dificultades para la abstracción de conceptos, coherencia central débil en beneficio del procesamiento de los detalles, interpretación literal del lenguaje, dificultades en las funciones ejecutivas y de planificación, la interpretación de los sentimientos y emociones ajenos y propios.
Supone una discapacidad para entender el mundo de lo social, que da origen a comportamientos sociales inadecuados proporcionándoles a ellos y sus familiares problemas en todos los ámbitos. Los déficits sociales están presentes en aspectos del lenguaje tales como dificultades en el ritmo de conversación y frecuentemente alteración de la prosodia (entonación, volumen, timbre de voz, etc). Asimismo suelen ser disfuncionales los patrones de contacto ocular, gestual, etc. En la mayoría de los casos existen dificultades en la coordinación motora. Es un trastorno muy frecuente (de 3 a 7 por cada 1.000 nacidos vivos), poco conocido entre la población general e incluso por muchos profesionales. Se encuentra encuadrado en los TEA o Trastornos del Espectro Autista, aunque por sus competencias intelectuales y lingüísticas se mantiene como una entidad diferenciada del autismo clásico.
Fuente: Federación Asperger España: http://www.asperger.es/
Un libro que nos puede ayudar a entender el síndrome de Asperger y que tenemos en la Biblioteca Pilar Barnés es: “El curioso incidente del perro a medianoche”, del escritor británico Mark Haddon.
La historia está escrita en primera persona por Christopher John Francis Boone, un chico de 15 años que sufre síndrome de Asperger y que vive en Swindon (Wiltshire, Reino Unido). Aunque la enfermedad de Christopher dentro del espectro del autismo no se determina explícitamente en la novela, el resumen del libro en la solapa interior de la portada lo describe como síndrome de Asperger. Sin embargo, su personalidad sugiere cierto parecido con los autistas con alta funcionalidad.
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