



Entre espantapájaros sin cerebro (pero muy ocurrentes), hombres de hojalata con mucho corazón y leones valientes con voz temblorosa, estos peques nos han demostrado que leer en voz alta y para otros puede ser tan mágico como el camino de baldosas amarillas. 





Gracias a todos los niños y niñas que participaron con tanta ilusión, voz y risas. ¡Nos habéis hecho volar hasta Oz sin salir de la biblioteca! 



ALGUNAS FOTOS
0 comentarios:
Publicar un comentario
Dejanos tu comentario.