Lorquino polifacético e inquieto culturalmente, trabajó de contable en una conocida tienda de tejidos, al tiempo que desarrolló una admirable labor literaria, donde no faltaron obras de teatro , novelas y comedias, en su mayor parte inéditas. Además se las apañaba para remitir regularmente crónicas para el diario deportivo Marca, del que fue nombrado corresponsal.
Esporádicamente, escribió simpáticas composiciones en lenguaje corriente, al estilo de la gente de la huerta, que aparecieron en prensa y publicaciones periódicas. Eran sencillas creaciones que recogían las costumbres y modos de vida de la gente, pinceladas que glosaban con singular gracejo aquellos tiempos de antaño. En 1947 nos dejaba unas estrofas de aire popular sobre nuestra querida Feria que nos vienen de perlas para finalizar este pequeño homenaje a aquellos hombres que son ya parte de su historia:
Esporádicamente, escribió simpáticas composiciones en lenguaje corriente, al estilo de la gente de la huerta, que aparecieron en prensa y publicaciones periódicas. Eran sencillas creaciones que recogían las costumbres y modos de vida de la gente, pinceladas que glosaban con singular gracejo aquellos tiempos de antaño. En 1947 nos dejaba unas estrofas de aire popular sobre nuestra querida Feria que nos vienen de perlas para finalizar este pequeño homenaje a aquellos hombres que son ya parte de su historia:
Fuente: Extracto del artículo 'La feria años atrás' por el Archivo Municipal de Lorca
¡VAMUS DE FERIA! por Salvador M. Sánchez Manzanera
¡VAMUS DE FERIA! por Salvador M. Sánchez Manzanera
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